Tener la carne by Carla Nyman

Tener la carne by Carla Nyman

autor:Carla Nyman [Nyman, Carla]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Humor
editor: ePubLibre
publicado: 2023-10-01T00:00:00+00:00


Prueba n.º 20

No hubo día. Tampoco año.

Me diría

De: C. _____

Para: Usted

10.31

Mientras veo planear a las gaviotas, pienso en usted. También en Bruno, en mami, en todos, pero usted, sin saberlo, ¿me oye?, se ha convertido en mi mejor amigo. Dedico mi largo tiempo de vacaciones a buscarle, a tenerle entretenido, a llamarlo a todas horas. ¿No ve que usted me importa?

A veces, cuando me quedo amodorrada en la arena, sin madre, sin novio, sin nada, solo con el rumor tranquilizador del agua, me adelanto a sus contestaciones. Imagino la estructura de sus frases, arial 12, interlineado 1,5 y el párrafo por justificar, todo bien ordenado, por esa costumbre suya de redactar sentencias.

A mi último correo usted me respondería que es lo mejor que he escrito jamás, que mis llamadas y mails se han convertido en un relato de una sordidez exquisita, y donde además arriesgo. Tiene algo de Faulkner, diría. Qué más se me podría pedir, señor juez, qué más, teniendo en cuenta que me estoy ciñendo al estilo neoyorkino de la novela negra para manejar su mismo lenguaje forense, jurídico, para que usted se sienta como en casa. A lo que usted me respondería, algo desenfrenado: eres de verdad una pedazo de zorra hipertextualizada, me diría, por el refinamiento de mi delito y mi escritura. Y estoy segura de que, si estuviéramos en la misma habitación, usted me odiaría y me amaría a partes iguales, después de darse por vencido, me diría, no bajes la guardia, me diría, muchos bajan la guardia y se quedan solo en promesas, no quisiera que pasara eso contigo.

Ayer estuve pensando que el esfuerzo merece la pena, su señoría. Cuando estén a punto de arrestarme, si así lo consideran, y usted se quede tuerto, ciego, por el exceso de errores ortográficos, pensaré que al menos puse lo mejor de mí en esto. Voy a darte calambres en el ombligo con una pila de petaca, me diría.

Y antes de colgar, concluiría diciéndome que mi confesión multiforme es como una ecuación: puede tener una o infinitas soluciones, pero debes resolverla, diría. Despeja la X cuanto antes, mon chèrie. Me entusiasma pensar que usted me apelaría con motes y sobrenombres, asegurando nuestra ya estrecha intimidad. Aun así, me diría, veo que falta naturalidad, y eso es esencial. Sobreactúas. Si escribieras sobre un tejón, sospecharía que tu modelo es un abrigo de invierno o una alfombra.



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